lunes, 22 de septiembre de 2008

Changes

Hoy renuncié a mi trabajo de periodista para dedicarme a lo que toda la vida he querido hacer: cocinar. Sí, pasé mi carta a las 2 de la tarde porque el 1 de octubre empiezo a estudiar en serio y de día para ser chef.
Mi vida acaba de dar un giro de 180 grados y yo como que todavía no he entendido la magnitud de lo que hice…

lunes, 15 de septiembre de 2008

Love will come through, it's just waiting for you

¿Le ha pasado que siente que la persona con la que está tiene tantos defectos y usted se queja sobre ella pero con un cariño inmenso, la quiere desde lo más profundo de su corazón y su cabeza y está convencido de que esos defectos no importan?
¿Le ha pasado que siente que todo es tan perfecto pero a la vez tan imperfecto, tan humano, tan real, que le asusta la idea de querer tanto a alguien como realmente es y estar completamente seguro de que la relación que tiene con esa persona está basada en la realidad y que no es una fantasía inundada en alcohol o centrada en el dinero o el sexo?
A mí me pasa. Le juro que nunca creí sentirme así de nuevo. Yo no quiero hablarle sobre todo lo que me pasó con ellos, esas historias usted las tiene claras. Muy claras. Yo quiero contarle que después de mucho tiempo estoy parada en tierra firme, estoy segura de lo que siento y de lo que quiero y cada mañana, cuando abro los ojos y él está al lado mío, sonrío, le paso la mano por la cintura, le doy un beso y le doy gracias a los dioses del Olimpo porque claramente él no es perfecto, de hecho tiene muchos defectos, pero, de corazón, siento que hasta el momento es todo lo que siempre quise.
Recuerdo un post que hice el 23 de noviembre de 2004. Decía que quería amanecer los domingos al lado de alguien, llevarle el desayuno a la cama, ver ropa de niño tirada en el piso, que mi baño oliera a crema de afeitar y perfume de hombre y dejar de cocinar para mí sola. Ahora adoro los domingos a su lado pero lo llevo a regañadientes a la plaza a desayunar porque me mata de la pereza llevarle el desayuno a la cama los domingos, odio ver su ropa tirada en el piso porque, my dear, para eso está el canasto de la ropa sucia, pero qué le hacemos, para él el orden tiene la cualidad de la generación instantánea; mi baño no huele a crema de afeitar ni a perfume de hombre pero al lado de mi desodorante Dove y mi talco Johnson's hay un extraño desodorante Gillette (me acompañó a hacer mercado al Éxito y cuando cogí el mío le dije: ¿no quieres llevar uno para ti?) y sí, dejé de cocinar para mí sola.
En resumidas cuentas estoy muy feliz. Yo sé que a usted le mama leer estos correos llenos de cosas bonitas y que parecen andar flotando entre nubes de algodón y también sé que no es el primero de este estilo que le envío. Yo sé que le he dicho mil veces que tal o cual personaje es el hombre de mi vida y que al final todo ha resultado en pura mierda, pero quiero contarle que, odio decirlo, esta vez es todo es diferente.
Muy diferente.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Drama queen

No mucho por contar. Estoy apestadísima, ventiochuda e insoportable y quisiera salir de mí un ratito a ver si se me pasa todo esto. Fin de semana de fútbol sola y aguapaneluda porque P. llega apenas el domingo, cuando seguro ya voy a estar completamente aliviada. Lo sé, le voy a recriminar que estuve muriéndome durante cuatro días y que sólo por esa pequeñísima razón quiero que el lunes me lleve el desayuno a la cama. Y le voy a sonreír así con carita de por favor mira que estuve malita y tú no estabas para cuidarme y, juro, a él se le va a ablandar el corazón y lo va a hacer, digo yo.
Mañana, un mes oficial.
Ya lo extraño, nada que hacer. Al menos sé que estos dos días de soledad extrema (yo sí que soy dramática) voy a tener mucho tiempo libre para estudiar aunque sea media hora para el súper importante examen del martes.
Me aburro enferma.

jueves, 4 de septiembre de 2008

The Flu

Claro, si a los del fondo del piso les da gripa el virus rota por los conductos de ventilación hasta llegar a donde estoy yo. Luego la gripa pasa pero el virus queda rotando y siguen los de diseño. Luego los de la revista de carros. Y todos se alivian pero el virus está en el ambiente y, tres meses después de haber salido de una de las peores gripas de mi vida, vuelvo a levantarme un día con los ojos llorosos, un kilo de Kleenex usados al otro lado (vacío) de la cama y mi dotación de Dólex, Loratadina y Fluimucil en la mochila.
La culpa también es de P., que la semana pasada estuvo moribundo en mi casa feliz porque tenía 'mamá' que le hiciera aguapanela con limón antes de dormir. Yo, amenazante, le repetí mil veces que le cuidaba la gripa si y sólo si él me la cuidaba después, porque claro, era i-ne-vi-ta-ble contagiarme.
Y acá estoy, haciéndome aguapanelita cuando llego de trabajar y quejándome por teléfono con mi madre porque P. está en algún pueblo antioqueño con su maleta llena de cámaras y micrófonoshaciendo algún documental del que hoy no quiero saber nada, porque ese documental tiene la culpa de que yo esté, de nuevo, gritando a los cuatro vientos que la soltería es la peor época para contagiarse de una gripa.
Soltería temporal o definitiva, da lo mismo. Esta semana no tengo quien me mime ni me consienta ni me haga masajes en la espalda con Vick Vaporub (nombre raro ese) y me siento tris-te.

martes, 2 de septiembre de 2008

No es que no hayan pasado cosas, es que sólo pasan cosas bonitas y por eso estoy contenta.      
De lo malo que ha pasado ni hablo. Porque no vale la pena.
Estoy feliz, tranquila, contenta, seguimos yendo despacio a pesar de que todo nos grite que ya no hay caso, pero igual.