lunes, 5 de enero de 2009

2008

Yo me quedé sin ganas de hacer propósitos de año nuevo.
Yo, el 31, estaba con P. mirando el atardecer del Océano Pacífico, todo tan romántico, tan esloquesiemprequise, y se me olvidó hacer propósitos de año nuevo.
No quise. ¿Para qué?
¿Para qué pedir más?
2008 fue un año raro. Fue lindo. Me dejó el mejor novio de la historia y con el que quiero pasar miles de años nuevos más a su lado, me dejó una renuncia en mi trabajo, me dejó mis clases de cocina, me dejó mi trabajo de freelance, me dejó mi familia que me adora, me dejó un par de kilos más que realmente no me preocupan, me dejó a mis amigos, los de siempre, los que siempre están ahí, y me dejó esa sensación maravillosa de estar en absoluta paz con el universo. Satisfacción 100% garantizada con el producto.
Para qué pedir más. Para qué 12 uvas a media noche si estábamos abrazados dándonos millones de besos y con el mar a 3 pasos, repitiéndonos que queríamos que eso se repitiera.
Lo único que quiero es que todo siga así, trabajar para que todo siga así, tener paciencia para que todo siga así.
Para poder seguir amaneciendo la mayor cantidad posible de mañanas al lado de ese hombre maravilloso que los Dioses me mandaron.
Para poder seguir levantándome con ganas todos los días a cocinar y a aprender.
Para poder seguir organizando cada día mejor mis horarios y poder entregar siempre a tiempo todos los artículos que debo entregar.
Para poder seguir siempre sonriendo así tenga mil cosas por hacer.
Estoy feliz.
Mucho.

2 comentarios:

No more to say than this.. dijo...

Lo mejor de estar en la relationship es estar 100% sastifecha con el producto a pesar de la duplicación en la ropa sucia!

Madame Curie dijo...

Tan bonita...