domingo, 11 de enero de 2009

Around my smile

Madre me dice 'la grúa' cada vez que vengo a Manizales porque desocupo la casa y termino llevándome cajas (literal) de cosas que ella me regala.
Mi abuela le tenía el mismo apodo a ella, no podía verla llegar a Barranquilla porque sabía que iba a desocuparle los clósets.
Esta vez viajo de nuevo a Bogotá en una semana con un Baño María grande nuevecito que ella no usa, un Molde Savarín también nuevo que no usa por preferir su viejito antiadherente perfecto, mis moldes para galletas de cuando era chiquita, un molde para pie de vidrio súper chévere y unos moldecitos para hacer mini postrecitos de lo más cute del planeta...
Todo, sumado a la batidora hermosa y a la pitadora de 6 litros que me regalaron de Navidad, hará que, fijo, cada vez pase más mis días metida en la cocina.
Plus de P.: se come cuanta cosa le hago y todo "le gusta".
Felicidad absoluta.

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